Los libros biográficos se parecen a los documentales: fotos, documentos, recortes de prensa, viejas entrevistas y un montón de datos e historias sueltas toman un nuevo sentido cuando el autor los ordena desde su propia visión del personaje. El biógrafo como el documentalista compila y escudriña, busca, pregunta e indaga desde su propia existencia , desde sus interrogantes más íntimas buscando en el otro alguna respuesta o nuevas pistas para continuar. A ambos les toca la tarea de ensamblar piezas distantes, a veces fragmentadas o casi desaparecidas para construir realidades y personajes impregnados de sus propias emociones y dudas. Por ello, cuando el aprendiz se convierte en el biógrafo del maestro, el relato de vida se enriquece y toma ese gusto del descubrimiento y la admiración. Ya no es el trabajo de un investigador acerca de otro, sino es el reflejo de diálogos pasados y presentes, de encuentros y desencuentros, es indagación y reflexión..
Pensaba estas cosas en relación a mi lectura del Cuaderno Nº 11 de cineastas venezolanos editado por la Fundación Cinemateca Nacional dedicado a Joaquín Cortés, cuya investigación y redacción estuvo a cargo de la escritora Yoli Chacón, quien ha sido discípula de Cortés en sus talleres de cine.
"Al concebir el filme, lo guía la noción que sobre éste tiene previamente, Cortés gusta de ir descubriédolo todo en un paso del que apenas tiene alguna certeza. Desapegado del título de "directo", su decisión por el oficio ha sido a su vez una manera de vivir y una experiencia perdurable" (pág. 24)
"El cine de Joaquín Cortés no presume ni propone, se constituye a sí mismo a partir de un compendio de imágenes agarradas de un escenario donde oscilan elementos de la naturaleza y de la condición humana, puestos en contraste para urdir una diversidad de tramas donde el movimiento orgánico de las cosas se basta para hacer una parábola descriptiva de sí misma" (pág. 24)
En mi opinión, lo más valioso de las páginas escritas por Yoli Chacón es la búsqueda personal de la autora a través de la obra y la personalidad de Cortés, quien sin duda es un maestro del género y una referencia obligada`para los dedicados al oficio de capturar la realidad.
Las primeras 52 páginas del cuaderno están dedicadas a la biografía y al cine de Cortés. En orden cronológico, Chacón se pasea por cada una de las obras cinematográficas del autor hasta finalizar con la pasión de Joaquín por la fotografía
Es una maravilla la colección de fotos del cuaderno. Desde las más personales que revelan aspectos insólitos de la vida de Joaquín (como deportista o fabricante de autos deportivos) hasta una compilación de su trabajo como fotógrafo en Nueva York en las últimas páginas del libro.
Por último, la gran revelación del Cuaderno Nº 11 es la publicación de unos textos inéditos del libro de Joaquín Cortés titulado "El documental: ¿una ficción?" Ojalá la publicación del libro ocurra en breve, ya que son escasos los libros dedicados especialmente el género. El título luce atractivo.
Finalizo con unas reflexiones de Cortés acerca del tema de la objetividad tomadas del libro inédito, las cuales comparto plenamente:
"¿Qué puede estar más lejos de la verdad que la intromisión de una cámara en la vida de una persona? ¿No son ridículos esos intentos de pretender no estar ahí? ¿Cómo se puede tratar de pasar inadvertido cuando formamos parte de la situación? , y sobre todo, ¿cómo pretender la objetividad cuando adoptamos un ángulo, una perspectiva, un punto de vista sobre los acontecimientos? " (Joaquín Cortés. pág. 67)
A partir de allí podemos encontrar una excelente compilación de fragmentos de textos sobre reseñas críticas publicadas en diversos periódicos y revistas a lo largo de los años: Alfredo Rodríguez, Alfredo Roffé, Ambretta Marrosu, Alfonso Molina, escribieron sobre Cortés y nos muestran a los más nuevos la mirada crítica que tuvo la obra en su propio tiempo. También hay fragmentos de entrevistas publicadas.